miércoles, 25 de marzo de 2009

Propuesta Consejo Nacional de Comités Comunistas

Propuesta Consejo Nacional de Comités Comunistas

Cimientos firmes para el Poder Popular

Desde hace décadas, y de una forma cada vez menos disimulada, la política en Chile se ha resuelto en las alturas, en las cúpulas dirigentes de partidos supuestamente representativos de los ciudadanos. Cada vez que el pueblo tuvo posibilidades de generar nuevas formas de organización, de crear Poder Popular, fue reprimido con extrema fuerza o engañado por quienes no querían que se “desordenara” el proceso. Si bien la Unidad Popular llegó al gobierno con una amplia alianza y un movimiento popular en alza, finalmente todo se resolvía en el comité político, en la mesa de negociación, mientras los trabajadores y el pueblo esperaban “la línea”, salía en grandes masas a defender el gobierno sin tener nunca la fuerza real y total para consolidar y avanzar en el proceso revolucionario.
En dictadura sucedió otro tanto, cuando el pueblo avanzaba en la construcción de su fuerza propia, al alero de partidos y movimientos que asumían todas las formas de lucha para derrocar al régimen, nuevamente la Alianza Democrática (oposición de centro-derecha) propugna la salida negociada, atrae a sectores del MDP y negocia en secreto con quienes no se unen públicamente a esta táctica para que la fuerza militar siga siendo un mero instrumento de presión y no un ejército popular que asuma la salida avanzada en compañía de un pueblo en armas. Había que “submarinear”, readecuar la táctica, según algunos, como forma de avanzar lentamente en la “normalización” de la patria. Por estos días vivimos el fin de la transición a la medida del imperialismo: un pacto llevará incluso a los comunistas al Parlamento, instalado ilegítimamente desde la aceptación de la Constitución de Jaime Guzmán y Augusto Pinochet.
Aprendiendo también de nuestros errores, asumiendo nuestra profunda autocrítica, es que hoy los Comités Comunistas asumen como prioridad la construcción de un cimiento firme para el Poder Popular, el construir alternativa desde la base y con la base, el organizarnos para dotar de poder al pueblo y los trabajadores y no para asumir supuestas representaciones que, en otros y en estos tiempos, han terminado en la suplantación de las masas por dirigentes inventados. Hoy debemos abrir las ventanas a la creatividad popular, a la construcción de una orgánica –la propia y el espacio común- dotado de real democracia, no burocrático, que genere más y más organización, más y más Poder Popular.

La mirada estratégica

Nos une la construcción de una patria justa para las grandes mayorías, algunos hablaremos de Socialismo y Comunismo, pero en lo concreto el deber es refundar Chile. Una Asamblea Constituyente para dotarnos de una Constitución, generada por primera vez desde el pueblo en 200 años de vida, es la gran tarea. Desde allí se puede asegurar la Salud, la Educación, la Vivienda, las pensiones y el Trabajo dignos para todos. Junto a ella se debe nacionalizar el cobre y las riquezas básicas, las empresas estratégicas y los servicios, dotar de un plan de reindustrialización al país que le asegure un crecimiento sustentable y armónico, redireccionar la Educación priorizando las carreras que Chile necesita para este crecimiento y terminar con el negocio en que la han convertido los neoliberales.
La construcción de un Chile nuevo requiere de hombres y mujeres nuevas, de personas con ética y moral diferente, de gente honesta y transparente, por lo que la construcción de un espacio común de lucha y de organización debe contar desde ahora con estos valores. Debemos dejar de lado la desconfianza y las “máquinas”, la generación artificial de dirigentes. Los liderazgos se construyen en la lucha, en medio del pueblo y los trabajadores, y deben apuntar a la toma del poder por el pueblo. Todas las formas de lucha son necesarias para alcanzar este objetivo, incluyendo las electorales y con la certeza de que, finalmente, lo que asegurará la construcción de una patria diferente será el tener la fuerza del lado de las grandes mayorías.
Para alcanzar la meta de una “Nueva Constitución por un Chile Para Todos”, es necesario acumular fuerzas, organización y acción con el fin de que el pueblo sobrepase la institucionalidad vigente, que la marea democrática se haga incontenible y genere –a través de una huelga general- el fin de la constitución neoliberal.

La coyuntura: “Chile Para Todos”

Creemos que son muchos los puntos que nos acercan, por lo que no repetiremos lo que otros ya han aportado en materia del Pliego del Pueblo. En esta etapa de acumulación de fuerzas no podemos repetir los errores cometidos en la construcción de alianzas como el Podemos, en las que se generan expectativas, confianzas y solidaridades que terminan frustradas por el accionar de quienes controlan con malos métodos la orgánica y manipulan a su antojo los acuerdos. Toda alianza o suma hacia este movimiento debe tener como centro la organización y la movilización del pueblo y los trabajadores. Para esto, pensamos que una posibilidad es la construcción de comités multisociales en cada territorio o sector donde exista presencia, unidos en una coordinadora comunal o regional, según el lugar del país.
Como forma base de organización, que confluirá en cada comité multisocial, proponemos la creación de “piquetes populares” que sean capaces de organizar, por ejemplo, la defensa de los servicios básicos para los pobres en período de crisis. Que actúen asegurando la continuidad del agua y la luz en los barrios populares, enseñando formas de intervenir medidores e impidiendo el ingreso de las camionetas que pretendan cortar el suministro. Que eviten los remates de casas y desalojos, organicen tomas y ocupaciones, construyan viviendas dignas en conjunto con sus moradores.
Piquetes que deben ayudar en el traslado de la gente a sus trabajos, ocupando la locomoción de forma gratuita ante el alza de los pasajes. Que deben organizar las formas de asegurar la alimentación a quienes no cuenten con ella, creando los “comprando juntos”, las “ollas comunes” y formas de abastecimiento popular.
Pensamos que el nombre para este espacio federativo puede ser “Movimiento Chile para Todos” (MCT), asumiendo de esta forma el contenido de fondo de la construcción. Cada parte de esta organización debe construir su base en el territorio, el trabajo y el centro de estudio, buscando a quienes estén integrados e invitando a unirse a quienes tienen sus propios espacios de lucha y comparten objetivos, tendiendo a formar grandes coordinaciones en cada área.
Creemos que la salida a la profunda crisis del neoliberalismo solamente es posible con respuestas de mayor nivel, con un salto cualitativo en el proceso que implique la construcción de una nueva sociedad. Para ello debemos prepararnos, estudiar, aprender y enseñar, retomar el legado de quienes dieron su vida en la lucha por la libertad, desde los padres de la patria hasta los que cayeron en dictadura o dieron sus vidas en otras tierras luchando por la libertad de nuestros hermanos de clase.

Por un “Chile para Todos”
Asamblea Constituyente y Constitución Popular
Consejo Nacional de Comités Comunistas

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